LA FÁBULA DEL COLIBRÍ

Cuenta la leyenda que un día hubo una incendio enorme en el bosque. Todos los animales huían despavoridos, pues era un fuego terrible. De pronto, el jaguar vio pasar por sobre su cabeza al colibrí…en dirección contraria, es decir, hacia el fuego. Le extraño sobremanera, pero no quiso detenerse. Al instante, lo vio pasar de nuevo, esta vez en su misma dirección. Pudo observar este ir y venir repetidas veces, hasta que decidió preguntar al pajarillo, pues le parecía un comportamiento harto estrafalario:

¿Qué haces colibrí?, le pregunto.

Voy al lago – respondió el – tomo agua con el pico y la hecho al fuego para apagar el incendio.

El jaguar sonrió.

¿Estás loco? – le dijo. ¿Crees que vas a conseguir apagarlo con tu pequeño pico tu solo?

No – respondió el colibrí – yo sé que solo no puedo. Pero ese bosque es mi hogar. Me alimenta, me da cobijo a mí y a mi familia, y le estoy agradecido por eso. Y yo lo ayudo a crecer polinizando sus flores. Yo soy parte de él y él es parte de mí. Yo sé que solo no puedo apagarlo, pero tengo que hacer mi parte.

En ese momento, los espíritus del bosque que escuchaban al colibrí, se sintieron conmovidos por la pequeña ave y su devoción hacia el bosque. Y milagrosamente enviaron un fuerte chaparrón, que terminó con el incendio.

Las abuelas indias contaban esta historia a sus nietos concluyendo: “¿QUIERES ATRAER LOS MILAGROS EN TU VIDA? ¡HAZ TU PARTE!”

 

Más de 15.000€ destinados a las víctimas del terremoto gracias a la ayuda de nuestros colaboradores

 

El sábado 14 de agosto un terremoto, de magnitud 7,2, sacudió Haití dejando más de 2.000 muertos y miles de heridos y desaparecidos. La Fundación AYMY inició una campaña de recaudación de fondos para ayudar a las zonas más afectadas por su conocimiento y experiencia sobre el terreno. Gracias a la generosidad de nuestros socios y colaboradores, el equipo de AYMY logró distribuir más 30.000 comidas a la población de Camp Perrin, cerca del epicentro del terremoto.

Tipapa, director del hogar de la Fundación AYMY, salió el lunes 16 de agosto hacia Puerto Príncipe, acompañado por dos educadores y cinco niños mayores, Wadner, Jean Rene, Desilme, Kenken y Benaldo, que tras vivir el terremoto de 2010 quisieron formar parte de la misión. Compraron suministros para cubrir las principales necesidades: agua, cloro, gasas, desinfectante, arroz, habichuelas, aceite, sal, azúcar y plásticos para cubrirse de la lluvia.

También compramos un pequeño panel solar para cargar los móviles y que el equipo no perdiera la conexión durante el viaje. Insistimos en que, por favor, hicieran fotos para poder compartir con nuestros colaboradores el impacto directo de sus donativos.

Tras un duro viaje debido a la desesperación y el hambre de las poblaciones afectadas, el equipo de AYMY logró llegar a Camp Perrin. La situación era peor de lo esperada, todas las casas, hospitales y escuelas han quedado demolidas tras el terremoto. Descargamos el material en un espacio seguro que nos proporcionaron nuestros contactos en la zona para organizar, junto a un equipo local, la distribución entre las familias más afectadas. La Fundación AYMY ha sido la primera en llegar con ayuda a esta zona y la necesidad dificultó el reparto de la ayuda.

El primer día entregamos más de 500 bolsas con comida para alimentar a 5 personas durante 4 o 5 días, comiendo 1 vez al día, es decir más de 10.000 comidas.
Las bolsas contienen: 10 libras de arroz, 6 libras de habichuelas, 5 libras de azúcar, 1 botella de aceite, 4 paquetes de espaguetis, 2 latas de pescado, 2 paquetes de compresas para las mujeres, 1 pastilla de jabón, 2 cepillos de dientes, 1 botella de cloro, 5 botellones de agua y 4 rollos de papel higiénico.

Tras recibir más ayuda por parte de nuestros colaboradores, el equipo volvió a Puerto Príncipe para continuar con la compra de suministros y poder preparar y repartir más kits de ayuda para las familias de Camp Perrín. Una vez realizada la segunda entrega de 20.000 comidas adicionales, el equipo de AYMY regresó a Ansé a Pitres para preparar el inicio del curso escolar y arreglar el techo de la escuela, que quedó destruido tras el paso de la tormenta tropical dos días después del terremoto.

A pesar de que los medios de comunicación no se hagan todo el echo que la situación merece debido a su gravedad, el día a día en Haití es devastador. Según el último artículo publicado por Naciones Unidades El seísmo de 7,2 grados de magnitud dejó más de 2.200 muertos y unos 800.000 siniestrados, miles de ellos desplazados internos, además de que aún hay cientos de desaparecidos. Según los datos de la agencia, hubo más de 12.000 personas heridas, lo que pone a prueba un sistema de salud de por sí frágil. Las cifras oficiales indican que más de 52.000 casas fueron o destruidas y 77.000 más están muy dañadas. Asimismo, hubo gran destrucción en instalaciones esenciales como escuelas y hospitales. El jefe de la Misión de la OIM en Haití señaló que muchos de los damnificados viven en áreas remotas donde la infraestructura y las carreteras fueron muy afectadas, lo que limita mucho el acceso de la ayuda humanitaria.

Los primeros 5.000€ que recaudamos nos permitieron alquilar un camión, comprar suministros y bienes de primera necesidad y entregar 500 kits de ayuda familiar que equivalen a 10.000 comidas. Tras la segunda transferencia que enviamos de 10.000€, gracias a la generosidad de nuestros colaboradores, alcanzamos los 1.500 kits de ayuda entregados y 30.000 comidas. Con los 10.000€ euros restantes recaudados, el equipo de AYMY llevó a Camp Perrín más bienes de primera necesidad, material de construcción, y recogió a los 6 niños huérfanos que encontramos en los últimos viajes y que ahora forman parte del hogar de acogida de la Fundación AYMY.

 
 

La Fundación AYMY es testigo de milagros cada año gracias a vuestra inestimable ayuda y colaboración.